La diplopía es una alteración visual que hace que las personas que la padecen vean dos imágenes de un solo objeto. Este problema visual puede ser de origen neurológico y afecta a personas de todas las edades.
Aunque no es común, puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen. Suele variar en la severidad con la que aparece, desde una leve molestia hasta una discapacidad considerable que afecta la capacidad de realizar tareas cotidianas. En algunos casos puede ser temporal, y en otras ocasiones puede resultar crónica.
Desde Clínica Uner, como especialistas en rehabilitación neurológica, entendemos los desafíos a los que se enfrentan las personas que padecen esta enfermedad y en este artículo profundizamos en ella con el fin de arrojar luz e informar.
Definición de diplopía
Es posible que, al ir a una revisión al oculista, nos diagnostiquen con este problema, pero ¿qué es la diplopía? Se trata de una alteración de la visión que causa que la persona afectada perciba visión doble. Esta alteración se presenta de diferentes formas en función de la posición en la que se perciban los objetos:
- Horizontal: los objetos duplicados aparecen arriba o abajo.
- Vertical: los objetos duplicados aparecen a los lados.
- Oblicua: los objetos duplicados aparecen en diagonal.
Es importante destacar, que es necesario acudir a un especialista en cuanto se presentan los primeros síntomas.
Tipos de diplopía: monocular y binocular
Existen dos principales categorías de visión doble: monocular y binocular. Cada una tiene características distintas y diferentes causas subyacentes:
La diplopía monocular se da cuando el problema está presente en un solo ojo. Aunque la persona cubra el ojo sano, sigue viendo dos imágenes con el ojo afectado. Esta condición generalmente se debe a problemas dentro del ojo mismo, como irregularidades en la córnea, cataratas, o ciertas anomalías en la retina.
Por otro lado, la binocular se manifiesta cuando ambos ojos no se alinean correctamente. En este caso, al cubrir uno de los ojos, la visión doble desaparece. Esta variante puede ser más complicada, ya que involucra la interacción entre ambos ojos y el cerebro.
Causas de la Diplopía
Las causas de la diplopía pueden ser diversas y varían según el tipo de alteración visual, ya sea monocular o binocular. Cada tipo tiene sus propias causas subyacentes que requieren una evaluación detallada para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Causas de la diplopía monocular
La diplopía monocular puede producirse por diversas razones, las detallamos a continuación:
- Irregularidades en la córnea: problemas como queratocono o cicatrices pueden distorsionar la luz que entra en el ojo.
- Cataratas: la opacidad del cristalino puede causar la percepción de imágenes dobles.
- Problemas de la retina: condiciones como la degeneración macular o desgarros retinianos pueden afectar la visión.
- Desalineación del cristalino: el desplazamiento del cristalino puede provocar visión doble.
Causas de la diplopía binocular
Cuando la visión doble se presenta en ambos ojos, se denomina diplopía binocular, las causas subyacentes de esta variedad son:
- Desajustes musculares: problemas con los músculos oculares pueden impedir que los ojos se alineen correctamente.
- Lesiones en los nervios: daños en los nervios que controlan los músculos oculares pueden causar descoordinación.
- Trastornos neurológicos: condiciones como la “Miastenia Gravis” o la esclerosis múltiple pueden interferir con la función muscular y nerviosa de los ojos.
- Traumatismos craneales: lesiones en la cabeza pueden afectar las zonas del cerebro responsables del control ocular.
Factores de riesgo
Existen diversos factores que pueden causar esta alteración, desde la diplopía por causas neurológicas hasta la visión doble a causa de traumatismos.
Las más comunes son:
- Edad avanzada: a medida que las personas envejecen, aumenta la probabilidad de problemas oculares y neurológicos.
- Historial de enfermedades neurológicas: enfermedades como la esclerosis múltiple y la miastenia gravis están asociadas con esta distorsión visual. .
- Traumatismos: lesiones en la cabeza o en los ojos pueden desencadenar visión doble.
- Cirugías oculares: procedimientos quirúrgicos en los ojos pueden resultar en complicaciones que afecten la alineación y coordinación ocular.
Síntomas de la Diplopía
Además de la visión doble, los afectados pueden experimentar dificultades para enfocar, mareos, dolores de cabeza y fatiga ocular. En algunos casos, puede presentarse una inclinación de la cabeza o el cierre de un ojo para intentar ver con mayor claridad.
Aunque la diplopía se cura en algunos casos, dependiendo de la causa subyacente y el tratamiento adecuado, es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico preciso y una gestión eficaz de los síntomas.
Diagnóstico de la Diplopía
El diagnóstico de la visión doble implica una serie de pruebas y evaluaciones para determinar la causa subyacente y el tipo. Inicialmente, se realiza un examen ocular completo, que incluye la revisión de la agudeza visual y la alineación de los ojos.
Para detectar posibles causas como diplopía por estrés o ictus, es común que se utilicen pruebas neurológicas y de imagen. Estas pueden incluir resonancias magnéticas o tomografías computarizadas del cerebro para identificar cualquier anormalidad en las estructuras cerebrales.
También se evalúa la función de los nervios y músculos oculares mediante pruebas de movimiento ocular, y en algunos casos, se puede requerir una evaluación por un neurólogo u otro especialista para un diagnóstico más preciso.
Tratamientos para la Diplopía
El tratamiento de la diplopía varía según la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. Las opciones pueden incluir corrección óptica mediante el uso de lentes correctivas para tratar problemas refractivos como astigmatismo o cataratas.
Cuando la enfermedad es causada por daños neurológicos, se pueden considerar tratamientos específicos dirigidos a la condición subyacente, que pueden incluir terapia visual, cirugía para corregir desalineaciones musculares o nerviosas y terapia ocupacional como la que te ofrecemos en Clínica Uner.
Preguntas Frecuentes sobre la diplopía
¿Es la diplopía una condición permanente?
La diplopía puede ser temporal o permanente, dependiendo de sus causas subyacentes. Las formas temporales pueden estar relacionadas con fatiga ocular, estrés o consumo excesivo de alcohol, mientras que las permanentes suelen estar asociadas con condiciones médicas más serias como problemas neurológicos o musculares.
¿Cómo afecta la diplopía a la calidad de vida?
La diplopía puede impactar significativamente la calidad de vida al dificultar actividades cotidianas como leer, escribir, ver televisión o conducir. Esta alteración visual puede causar estrés, ansiedad y fatiga visual, afectando la capacidad de realizar tareas que requieren enfoque visual constante.
¿La diplopía puede ser síntoma de un problema grave?
Sí, la diplopía puede ser un síntoma de problemas graves como accidentes cerebrovasculares (ictus), tumores cerebrales, aneurismas, esclerosis múltiple, o enfermedades neuromusculares como la miastenia gravis. Es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.
¿Qué hacer si se presenta visión doble de repente?
Si experimentas visión doble de manera repentina, es crucial buscar atención médica inmediata. La diplopía repentina puede ser un signo de emergencia médica, como un ictus o una lesión cerebral, que requiere evaluación y tratamiento urgentes.
¿Existen ejercicios que puedan ayudar a mejorar la diplopía?
Sí, existen ejercicios de terapia visual que pueden ser beneficiosos para algunas personas con diplopía. Estos ejercicios están diseñados para fortalecer los músculos oculares y mejorar la coordinación y el enfoque entre ambos ojos. Sin embargo, es esencial realizar estos ejercicios bajo la supervisión de un especialista en terapia visual.
¿Cuáles son las causas más comunes de la diplopía?
La diplopía puede ser causada por diversas condiciones, incluyendo problemas en los músculos o nervios que controlan el movimiento ocular, traumatismos, infecciones, diabetes, hipertensión, y trastornos neurológicos. Una evaluación completa por parte de un oftalmólogo o neurólogo es esencial para determinar la causa específica y el tratamiento adecuado.