Espina bífida: guía completa

Una de las malformaciones congénitas más comunes en los recién nacidos es la espina bífida, esta malformación afecta al tubo neural. Este tubo es un canal estrecho que se pliega y se cierra más o menos en la tercera semana de embarazo y que forma la médula espinal y a la columna vertebral.

En Clínica Uner somos fisioterapeutas expertos en rehabilitación, conocemos los problemas que causa en los bebés esta condición y en este post te lo explicamos todo.

¿Qué es la espina bífida?

La espina bífida es una malformación congénita del tubo neural, que es la estructura embrionaria que se convierte en la médula espinal y el cerebro. En esta condición, el tubo neural no se cierra completamente durante el desarrollo fetal, lo que resulta en un defecto en la columna vertebral y la médula espinal. Esto puede provocar problemas de desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso, así como diversas complicaciones físicas y de salud a lo largo de la vida.

Tipos de espina bífida

Existen varias formas de espina bífida, cada una de ellas presenta características diferentes y aquí te las explicamos.

Espina bífida: guía completa

Oculta

El defecto en la columna vertebral está cubierto por la piel y puede no ser visible externamente. A menudo, las personas con este tipo no presentan síntomas o solo tienen síntomas leves. Sin embargo, pueden experimentar problemas neurológicos o problemas de salud en la zona afectada.

Meningocele

Las membranas que recubren la médula espinal (llamadas meninges) salen hacia afuera a través de un defecto en la columna vertebral, formando una bolsa o quiste lleno de líquido cefalorraquídeo. A diferencia de otros tipos, la médula espinal generalmente no está expuesta en el quiste. Las personas con meningocele pueden tener síntomas neurológicos leves o no tener síntomas en absoluto, dependiendo de la ubicación y el tamaño del quiste.

Mielomelingocele

Este es el tipo más grave de espina bífida. En el mielomeningocele, tanto las meninges como la médula espinal salen hacia afuera a través de un defecto en la columna vertebral, formando un saco o quiste lleno de líquido cefalorraquídeo. La médula espinal expuesta puede estar dañada y causar problemas neurológicos significativos, incluidas parálisis, pérdida de sensación, problemas de control de la vejiga y del intestino, entre otros.

Cada uno de estos tipos requiere atención médica especializada y tratamiento adecuado según la gravedad y los síntomas asociados.

Síntomas y diagnóstico de la espina bífida

La espina bífida puede manifestarse de diferentes maneras según su gravedad y el nivel de la lesión en la médula espinal.

Los síntomas suelen incluir:

  • Anomalías en la columna vertebral, como protuberancias o abultamientos.
  • Debilidad muscular.
  • Problemas de movilidad.
  • Alteraciones en el control de la vejiga y el intestino.
  • Parálisis (en los casos más graves)

Métodos de diagnóstico prenatal y posnatal

El diagnóstico prenatal de la espina bífida se realiza mediante pruebas de imagen, como la ecografía, que puede detectar anomalías en la columna vertebral del feto. Además, se pueden realizar pruebas de sangre materna, como la medición de alfafetoproteína, para evaluar el riesgo de anomalías en el tubo neural.

En el diagnóstico posnatal, se pueden utilizar pruebas de imagen, como resonancias magnéticas o radiografías, para evaluar el grado de afectación de la médula espinal y planificar el tratamiento adecuado. Además, se pueden realizar pruebas neurológicas y urológicas para evaluar la función nerviosa y el control de la vejiga y el intestino.

Espina bífida en adultos

La espina bífida es una afección que puede afectar a personas de todas las edades, incluso en la vida adulta. En muchos casos, las personas con esta condición experimentan síntomas y problemas continuos a lo largo de su vida. Los adultos con esta malformación pueden presentar problemas relacionados con la movilidad, la función de la vejiga y el intestino, el dolor crónico y las complicaciones ortopédicas.

El manejo en adultos generalmente implica un enfoque multidisciplinario que puede incluir la atención de médicos especialistas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y otros profesionales de la salud. El objetivo es mejorar la calidad de vida y la independencia de los adultos con esta malformación, ofreciéndoles apoyo y tratamientos personalizados según sus necesidades específicas.

Tratamiento de la espina bífida

El tratamiento de la espina bífida depende del tipo y la gravedad de la afección, así como de los síntomas presentes en cada paciente. En muchos casos, el tratamiento puede incluir una combinación de intervenciones médicas, quirúrgicas y terapéuticas para abordar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Estos son los tratamientos para la espina bífida más comunes:

  1. Cirugía: en casos de mielomeningocele, la cirugía puede ser necesaria poco después del nacimiento para cerrar la abertura en la columna vertebral y proteger la médula espinal. En adultos, la cirugía puede ser necesaria para corregir problemas ortopédicos o tratar complicaciones relacionadas.
  1. Terapia física y ocupacional: estas terapias pueden ayudar a mejorar la fuerza muscular, la movilidad, la función motora fina y las habilidades para la vida diaria.
  1. Manejo de síntomas: se pueden utilizar medicamentos para tratar síntomas como el dolor crónico, la espasticidad, la incontinencia urinaria y otros problemas relacionados.
  1. Monitoreo y seguimiento: los pacientes pueden requerir un seguimiento médico regular para detectar y tratar cualquier complicación que pueda surgir a lo largo del tiempo.

Es importante que el tratamiento sea individualizado según las necesidades específicas de cada paciente y que se brinde un enfoque integral que aborde tanto los aspectos médicos como los psicosociales de la afección. El objetivo es optimizar la función y la calidad de vida del paciente a largo plazo.

PRIMERA CONSULTA GRATUITA

965 124 686

Scroll al inicio
Abrir chat
Hola!!
¿En qué podemos ayudarte?