El aneurisma cerebral sacular, también llamado aneurisma en baya debido a su morfología, es una patología que se produce en la pared de una arteria del cerebro, donde se forma una protrusión en forma de saco o globo. Puede describirse como una ampolla o vejiga que sobresale y que está llena de sangre.
Los aneurismas saculares son los más comunes, presentándose en 9 de cada 10 casos. No producen síntomas hasta que crecen y presionan algún nervio o se rompen. El diagnóstico requiere estudios de neuroimagen como el TAC o la resonancia magnética y suele alcanzarse cuando se sospecha de algún síntoma.
¿Qué causa la aneurisma intracraneal?
La causa exacta de los aneurismas cerebrales saculares no está completamente clara y, al mismo tiempo, hay varios factores y enfermedades poco comunes relacionados con ellos, según indican algunos textos médicos.
Se cree que los factores genéticos, el tabaquismo, la hipertensión arterial y algunos traumatismos craneales pueden aumentar el riesgo de sufrir esta patología.
Por otro lado, algunas enfermedades raras pueden predisponer a las personas que las padecen a la formación de protuberancias arteriales.
La enfermedad multianeurismática, que se caracteriza por la aparición de múltiples aneurismas, es una enfermedad poco conocida pero bien documentada en unos pocos casos. La forma más común de aneurisma asociada con esta enfermedad es la sacular.
Los aneurismas de baya pueden estar relacionados con algunos trastornos genéticos y enfermedades inflamatorias como la poliarteritis nodosa, la enfermedad de Takayas, la enfermedad de Kawasaki o el síndrome de Loeys-Dietz.
La enfermedad de Moya-moya, una arteriopatía que afecta a la circulación del cerebro, es otra afección muy poco común que en algunos casos se relaciona con la formación de sacos en las arterias.
¿Cuáles son los síntomas de un aneurisma cerebral?
La mayoría de aneurismas cerebrales no presentan síntomas y se suelen hallar de manera casual al realizar pruebas por otros motivos.
Cuando el saco crece y comprime nervios cercanos, puede presentar síntomas como:
- Visión borrosa o diplopía
- Oftalmalgia
- Ptosis palpebral (párpado caído)
- Midriasis (dilatación de una o las dos pupilas)
- Cefalea retroocular o supraorbitaria, un dolor que se manifiesta detrás del ojo
- Hipoestesia o paresia facial o corporal unilateral
Por otro lado, la ruptura del aneurisma cerebral provoca síntomas distintos, al producirse una hemorragia intracraneal:
- Cefalea súbita, un dolor de cabeza muy intenso
- Rigidez de nuca
- Náuseas y vómitos
- Fotofobia
- Crisis convulsivas
- Pérdida de consciencia
Una de las señales de alerta más reconocibles es un dolor de cabeza muy fuerte que comienza de forma abrupta. Ante la presencia de cualquiera de los síntomas mencionados se recomienda buscar atención médica cuanto antes.
¿Qué diferencia hay entre un aneurisma y un ictus?
Un aneurisma cerebral sacular es un abombamiento en forma de bolsa que crece desde la arteria debilitada y puede romperse, mientras que un ictus es una patología que se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro.
Aunque tienen muchos síntomas en común, como dolor de cabeza intenso, confusión, nauseas y vómitos o convulsiones, son patologías diferentes que requieren de tratamientos distintos.
¿Qué secuelas puede dejar un aneurisma cerebral?
Las secuelas que puede dejar un aneurisma cerebral dependen en gran parte de su localización, tamaño y ruptura. Las más frecuentes son déficits motores, sensoriales, cognitivos, visuales y trastornos emocionales. Pueden aparecer dificultades para moverse, caminar, hablar, recordar, ver y alteraciones del estado de ánimo, como secuelas más habituales.
El proceso de recuperación tras la reparación por intervención quirúrgica suele prolongarse semanas e incluir rehabilitación hospitalaria. La mejoría completa puede llevar de 4 a 6 semanas. Durante este tiempo, terapias de lenguaje, motricidad y visión ayudan a recobrar las habilidades afectadas.
¿Qué hacer si tengo un aneurisma cerebral?
Si se manifiesta algún síntoma característico del aneurisma, se debe buscar atención médica inmediatamente para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. El factor tiempo es muy importante.
El diagnóstico se realiza mediante una resonancia magnética cerebral o una tomografía computarizada, y el tratamiento puede incluir la observación, la reparación endovascular o la cirugía abierta. En muchos casos se requiere de rehabilitación posterior.
¿Qué no puede hacer una persona con aneurisma?
Una persona con aneurisma cerebral no debe realizar actividades que puedan aumentar la presión arterial, como levantar objetos pesados o hacer esfuerzos físicos intensos.
También es importante dejar los malos hábitos como el consumo de tabaco y alcohol, ya que pueden aumentar el riesgo de complicaciones.
¿Qué pasa si no se opera un aneurisma cerebral?
Si no se realiza una cirugía con el fin de reparar el aneurisma cerebral, existe un alto riesgo de ruptura y hemorragia subaracnoidea, lo que puede provocar complicaciones neurológicas graves e incluso la muerte. Por eso, es importante acudir al médico ante la presencia de cualquier síntoma para prevenir complicaciones y secuelas.