Buenas, soy Rocío Muñoz, una de las Terapeutas Ocupacionales que forma parte de Clínica Uner, desde hace aproximadamente unos 4 años y medio.
¿Cuáles son tus funciones en Clínica Uner?
Mi objetivo principal como terapeuta es allanar el camino a cualquier persona, familia y/o cuidador. Tanto a niños, adolescentes como adultos, les ofrezco la oportunidad de alcanzar la máxima independencia en las actividades de su día a día. Actividades como vestirse, ducharse, aprender a jugar, retomar el ocio y un largo etcétera.
Empecé a estudiar Terapia Ocupacional, sin saber en qué consistía. A medida que fueron pasando los años, fui entendiendo la importancia que tiene esta profesión sobre cualquier persona. No importa tener una patología o no, ya que trabajamos por y para que la PERSONA sea autónoma.
Hace 6 años, durante mi experiencia laboral me encontré con un paciente que había sufrido un ictus. Desde entonces, me di cuenta de que para poder entender cómo funciona el cerebro tenía que especializarme y adentrarme en el mundo de la neuro-rehabilitación sin dejar de lado el resto de aprendizajes.
¿Qué te ha aportado Clínica Uner?
Profesionalmente, Clínica Uner me ha aportado: una visión más amplia y enriquecedora de lo que puede llegar a aportar la Terapia Ocupacional dentro de un equipo de trabajo, diferentes conocimientos mediante la experiencia profesional, confianza sobre mí misma y sobre el trabajo que ejerzo siempre teniendo alas para expresar las ideas que me surgen.
Personalmente, mi profesión y trabajo me han aportado: adaptabilidad ante cualquier situación o persona, empatía y escucha activa hacia cualquier persona e incluso capacidad de comunicación sabiendo cómo transmitir mi opinión de forma clara, precisa y directa. Más allá de esta evolución en el desarrollo personal, tras un largo camino, he aprendido a disfrutar de mi trabajo y como bien dice Steve Jobs: “La única forma de hacer un gran trabajo, es amar lo que haces”.
