La Ataxia es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que afecta a más de 13.000 personas en España. Esta enfermedad se caracteriza por tener unos síntomas que se semejan a los que provoca estar borracho. Mareos, dificultad para hablar, tropezar y caerse o falta de coordinación, son los síntomas más comunes de esta enfermedad, que puede aparecer en cualquier etapa de la vida.
En Clínica Uner ayudamos a las personas con Ataxia a mejorar su calidad de vida. Mediante programas de fisioterapia neurológica, trabajamos para aumentar el equilibrio, corregir las reacciones posturales a los estímulos y desarrollar una marcha funcional. Si te interesa saber en qué consiste esta enfermedad y qué se puede hacer por las personas que la padecen, sigue leyendo, porque en este post vamos a explicártelo todo, de forma detallada y sencilla.
Sobre qué es la ataxia
Esta enfermedad neurológica es un trastorno motor, afecta gravemente a la capacidad de coordinar movimientos musculares voluntarios. Esta incapacidad puede suponer un gran impacto en la independencia de las personas que lo padecen, ya que actividades cotidianas como vestirse, comer o caminar se ven gravemente comprometidas. La incapacidad de mantener el equilibrio y padecer caídas puede conllevar lesiones o traumatismos graves.
Causas y factores de riesgo de la ataxia
La ataxia suele deberse a un daño en el cerebelo (parte del cerebro que controla la coordinación muscular) o en sus conexiones. Las principales causas de este daño suelen deberse a:
- Abuso de alcohol: el abuso de esta sustancia a largo plazo puede provocar una ataxia persistente. Existe la posibilidad de mejorar si se abandona el hábito.
- Toxinas: el envenenamiento por metales pesados, como el mercurio o el plomo, o por disolventes.
- Medicamentos: puede resultar el efecto secundario de algunas medicinas, especialmente de los barbitúricos como el fenobarbital, los sedantes como las benzodiacepinas, los antiepilépticos como la fenitoína o algunos tipos de quimioterapia.
- Falta de vitaminas: la deficiencia de vitaminas como la E, B1 y B12. O el exceso o deficiencia de la vitamina B6.
- Tiroides: el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.
- Accidente cerebrovascular: puede deberse a la obstrucción de un vaso sanguíneo o al sangrado cerebral.
- Esclerosis múltiple
- Enfermedades autoinmunes: como la sarcoidosis, la celiaquía, algunos tipos de encefalomielitis, entre otras.
- Infecciones: puede ser una complicación poco común de la varicela infantil, el VIH o la enfermedad de Lyme.
- Covid-19: suele aparecer en casos graves.
- Síndrome paraneoplásico: son poco frecuentes y degenerativos que suelen estar provocados por el sistema inmune como respuesta a un tumor, normalmente, de pulmón, ovario, mama o linfoma.
- Anomalías en el cerebro: un absceso o un tumor en el cerebro.
- Parálisis cerebral
- Traumatismos craneales: un daño grave en el cerebro puede causar ataxia incluso semanas o meses después del traumatismo.
- Atrofia multisistémica: afecta a personas de aproximadamente 50 años de edad.
La ataxia puede aparecer también debido a factores hereditarios, como la mutación de cierto gen que produce proteínas irregulares.
Ataxia: síntomas y diagnóstico
Es posible que la ataxia se desarrolle con el tiempo o que se presente de forma repentina. Es un signo de un conjunto de trastornos neurológicos graves y que abarca estos síntomas:
- Falta de coordinación
- Marcha inestable y con los pies separados
- Falta de equilibrio
- Dificultad a la hora de realizar tareas de motricidad fina (comer, escribir, abrocharse la ropa)
- Dificultad para hablar
- Movimientos involuntarios en los ojos (nistagmo)
- Problemas de deglución
El diagnóstico siempre es clínico, basado en análisis de los síntomas y señales que muestra el paciente. Se debe realizar una exploración neurológica minuciosa y centrada especialmente en los movimientos oculares, la coordinación y la marcha.
Tipos de ataxia
Existen varios tipos de ataxia que pueden ser hereditarias o adquiridas. Algunos de los tipos más comunes son:
- Ataxia cerebelosa
La ataxia cerebelosa Suele aparecer en niños menores de tres años y puede ocurrir varios días o semanas después de haber padecido alguna enfermedad de origen vírico. Este tipo de ataxia se caracteriza por la incapacidad repentina de coordinar movimientos musculares debido a una lesión en el cerebro o una enfermedad.
- Ataxia sensorial
Está causada generalmente por la disfunción de la columna dorsal y la médula espinal y se debe a la pérdida del estímulo propioreceptivo procedente de las piernas. Puede estar causada también por una neuropatía periférica. Se caracteriza por la privación del paciente de conocer su posición en el espacio, los pacientes están desorientados y no son capaces de coordinar sus movimientos.
- Ataxia vestibular
Este tipo de ataxia está relacionada con el sistema vestibular del oído interno, encargado de controlar el equilibrio. Se caracteriza por síntomas como la visión borrosa, náuseas y vómitos, problemas para mantener la postura, tambaleo al caminar, dificultad para caminar en línea recta y vértigos o mareos.
Tratamientos y rehabilitación de la ataxia
El tratamiento de la ataxia depende de su origen. Los tratamientos se centran en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Aunque no existe una cura definitiva para la mayoría de sus variedades, existen tratamientos terapéuticos y programas de rehabilitación que pueden ayudar a mitigar los síntomas y mejorar la funcionalidad de los pacientes.
- Medicamentos y tratamiento específicos: algunos fármacos son capaces de controlar ciertos síntomas asociados a la ataxia, como el vértigo, la espasticidad, los temblores o la inestabilidad. Aunque no curan la enfermedad, pueden ayudar a los pacientes a ganar en calidad de vida.
- Rehabilitación: los programas de rehabilitación multidisciplinar incluyen psicoterapia, preparan a los pacientes para los desafíos emocionales y psicológicos asociados a la ataxia. También se puede ofrecer apoyo educativo y asesoramiento genético, tanto para pacientes como para su círculo más cercano, que les ayude a comprender esta condición y adaptarse a ella.
- Adaptaciones y tecnología de asistencia: la modificación del entorno y el uso de dispositivos de asistencia, como bastones, andadores o dispositivos de comunicación, pueden facilitar la vida de los afectados y mejorar su independencia.
- Fisioterapia y terapia ocupacional: el papel de la fisioterapia es fundamental, ya que mediante programas específicos se puede mejorar la coordinación, fortalecer los músculos y trabajar el equilibrio y la movilidad. La terapia ocupacional se enfoca en ayudar a los pacientes a realizar actividades cotidianas de forma independiente. Utilizando estrategias para adaptar el entorno y las actividades diarias, así como técnicas para mejorar la motricidad fina, la destreza manual y la coordinación.
Si tú o algún miembro de tu familia sufrís algún tipo de ataxia, en la Clínica Uner somos especialistas en rehabilitación y fisioterapia. Además, ofrecemos nuestros servicios de neuropsicología y terapia ocupacional para mejorar la calidad de vida de los pacientes diagnosticados. Contacta con nosotros y te informaremos sin compromiso de todo lo que podemos hacer por ti.
