Diario para mejorar nuestra rutina en el hogar

Son buenos momentos para recordar en estas circunstancias excepcionales que debemos DISFRUTAR de nuestra familia, aún más si cabe, ya sea durante la convivencia o a través de un dispositivo móvil, ordenador o Tablet que nos ofrece poder estar en “contacto” con nuestros seres queridos.

El día a día, desde que sale el sol hasta que cerramos los ojos pudiendo ver la luna por nuestra ventana, se convierte en nuestro mejor aliado. A éste es al que debemos cuidar, porque si lo hacemos y, sobre todo, le enseñamos qué de cosas se pueden hacer, nos devolverá al final del día una sonrisa.

Sabemos que puede llegar a ser algo complicado seguir una rutina y actividades/ejercicios dentro de casa en estos días. Pero la rutina no mira por el tipo de familia ni patologías: secuelas físicas, cognitivas, conductuales, sensoriales o comunicativas con las que en cada hogar nos podamos encontrar. Al contrario, hace de ellas que realcen sobre las diferentes actividades que se pueden crear para amenizar ese reloj de arena que tenemos dando vueltas por nuestras cabezas.

A continuación os mostramos una serie de pautas básicas para poder realizar e incluir en vuestro diario con el propósito de mejorar la rutina en el hogar. El diario estará esperando a que le contéis qué hacéis a lo largo de vuestros días. Vamos allá con una serie de indicaciones para mantener, en la que medida de lo posible, una rutina:

 

1. SEGUIR UNA RUTINA DE HORARIOS: dormir bien y despertarse/levantarse a la misma hora

Es importante seguir una rutina de horarios similar a la que se seguiría en situación normal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que una persona adulta (18-64 años) debe dormir entre 7 y 8 horas diarias. No sólo importa la cantidad de tiempo que pasamos durmiendo, también la calidad del sueño que influye directamente en la salud.

Neurocientíficos de la Universidad de California determinaron que es nuestro cerebro el que necesita recargar energía, no nuestro cuerpo. Si no encontráis un equilibrio entre la calidad y cantidad del sueño, indirectamente se verá afectado también el estado de ánimo. Vuestro comportamiento influirá en las relaciones inter e intrapersonales a lo largo de nuestro día a día.

Cuidar el sueño es lo más importante a tener en cuenta para cuidar a la par nuestra salud.

“Optimizar el descanso es conseguir soñar despierto”.

2. VÍSTETE TODOS LOS DÍAS. ¡FUERA EFECTO PIJAMA!

El acto de vestirse y dejar de lado el pijama es la clave para mantener una estructura básica del día y mover, a su vez, todo el cuerpo. Para poder ponernos la camiseta, camisa, pantalón, calcetines, … trabajamos de forma natural movimientos como subir-bajar los brazos y piernas, activamos los abdominales, extendemos el tronco, y una multitud de movimientos que llevamos a cabo de forma inconsciente. Fijaros: quitarnos el pijama – ponernos la ropa – quitarnos la ropa – ponernos el pijama. Esta simple rutina se convierte en 4 grupos de movimientos diarios que nos ayudarán a mantener mucho lo que hemos conseguido.

Esto ayudará no sólo a la salud física, sino también a la salud mental. Va a permitir que podáis acomodar mejor vuestro horario, y por ende, controlar mejor el tiempo ya que pasará más rápido. Quitaros el pijama ayudará de manera significativa en vuestra autopercepción que debe ser alimentada e impulsada solo por vosotros mismos. En esta actividad os estaréis dando un mensaje de que necesitáis levantarse. Para ello, es esencial el arreglo personal como ducharse, vestirse, peinarse, maquillarse, afeitarse, etc. A la par, aumentará notablemente la seguridad, autoestima individual manteniendo el tono muscular y movilidad articular.

Dejando el pijama solo para dormir el cuerpo entenderá que éste es el momento de descansar.

 

3. MANTENER LA HORA DE LAS COMIDAS

Seguir una correcta hidratación y alimentación. No dejarse llevar por las ganas de darse un capricho diariamente o abusar de la comida basura.

La alimentación es uno de los elementos principales ante esta situación. Llevad una dieta equilibrada y saludable, siempre adaptada a vuestras necesidades y siguiendo de forma estructurada los horarios para realizar las comidas. Los domingos podéis dedicarlo en familia para organizar un menú diario, hacer la lista de la compra, buscar o crear nuevas recetas, etc.

 

4. OCUPA TU TIEMPO BUSCANDO UN EQUILIBRIO QUE TE HAGA SENTIR BIEN

Aprovechad las mañanas y tardes para incluir actividades y generalizar habilidades ya adquiridas como puede ser:

–        Participar en tareas del hogar: colaborar en casa, ayudar a vuestra familia en aquellas tareas que podáis hacer de forma fácil y también marcaros el reto de poder hacer aquello que os supone un esfuerzo mayor como puede ser el poner la mesa, guardar la compra, ordenar el armario o incluso doblar la ropa. Estos son algunos ejemplos de actividades que podéis hacer de forma lenta, a vuestro ritmo, prestando atención a cómo tenéis que hacerlo. Además, podéis elegir realizar actividades de pie, o si por el contrario vuestra inestabilidad os genera inseguridad, decidiros por actividades que podáis hacer sentados manteniendo los pies apoyados en el suelo,  codos/antebrazos apoyados sobre la mesa y espalda recta.

–        Ejercicio físico/ergonomía postural: Evita estar más de 2 horas sentado o acostado. Levántate y camina por la casa. Haz pilates, yoga, estiramientos, baila o haz lo que te apetezca mientras muevas tu cuerpo. Cambia de actividad aunque sea durante 15 minutos. De esta forma estaréis favoreciendo la circulación sanguínea, relajación de grupos y cadenas musculares que están en tensión (cervicales, lumbares…), despejarás la mente. Intentad sentaros en sillas normales (evitar pasar demasiado tiempo en sillones o sofás). Se trata de mantener la postura adecuada y que nuestros músculos continúen trabajando de forma activa.

En caso de pacientes que necesiten asistencia de una tercera persona, se recomiendan realizar cambios posturales cada hora o 2 horas aproximadamente.

–        Actividades lúdicas: Cultiva la cultura leyendo, escuchando música, viendo series, películas en familia, haz cursos online, mira tutoriales de lo que te agrade, etc.

–        Participación social virtual: Mantén vida social “virtual” en activo. Usa las nuevas tecnologías para mantener encuentros, celebrar cumpleaños, realizar juegos, etc. Esto le proporcionará una gran motivación e inyección de energía para el paciente.

Lo importante es tener la mente activa, despierta.  Esperamos a la vuelta, poder ver esos diarios llenos de sonrisas al final de cada día. Estaremos esperando y seguiremos entrelazados aun habiendo distancia de por medio.  SEGUIMOS JUNTOS.

Escrito por: Sonia Urbón (Fisioterapeuta) y Rocío Muñoz (Terapeuta ocupacional)

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