Rehabilitación del daño cerebral que afecta el hemisferio derecho

Para comenzar a hablar de la rehabilitación primero debemos identificar los déficits o problemas que se presentan como consecuencia de la afectación. 

El cerebro está formado por dos hemisferios o lados, el derecho y el izquierdo y  cada uno controla el lado opuesto del cuerpo. Además el lado derecho del cerebro controla el reconocimiento de objetos, el razonamiento espacial, la conciencia musical, la creatividad, las emociones y la imaginación, una lesión que afecte este lado del cerebro puede alterar cualquiera de estas funciones. 

Por lo tanto una persona con una lesión que afecte el lado derecho puede presentar: debilidad o parálisis en el lado izquierdo del cuerpo, a esto se le llama hemiplejía; dificultad para reconocer caras u objetos, condición conocida como prosopagnosia; dificultad para dibujar objetos, a esto lo conocemos como apraxia de construcción; problemas para ver la mitad de su campo visual, a esto se le denomina hemianopsia; negligencia o falta de reconocimiento del lado izquierdo del cuerpo y del entorno (negligencia unilateral); pueden presentar anosognosia, que es una falta de autoconciencia; puede experimentar ataques repentinos de risa o llanto y también pueden verse trastornos emocionales y de personalidad. 

Luego de una lesión cerebral, nuestro organismo intenta, de alguna forma, reparar el daño producido generando nuevas conexiones neuronales para tratar de suplir aquellas áreas lesionadas que ya no funcionan, a este fenómeno lo conocemos como neuroplasticidad. El proceso de plasticidad no se desarrolla por igual en todos los individuos, sino que existen factores que lo condicionan que pueden ser genéticos y no genéticos

Existe consenso en que la recuperación funcional global ocurre dentro de los primeros 6 meses desde la lesión cerebral. 

¿En qué momento se debe iniciar la rehabilitación?

La rehabilitación cumple un rol fundamental durante el período inmediato, y el abordaje temprano mejora el pronóstico y los resultados funcionales de estos pacientes, ya que favorece y se aprovecha de esos mecanismos de neuroplasticidad.

En el período agudo, la rehabilitación tiene dos objetivos fundamentales: la prevención, diagnóstico y tratamiento precoz de complicaciones y la estimación del pronóstico funcional. 

En el período subagudo rige como principio el “Obtener el máximo grado de funcionalidad posible al recuperar las capacidades perdidas”.

En el período crónico y de seguimiento el objetivo será mantener los logros funcionales obtenidos, con la finalidad de lograr una inclusión plena y participación efectiva en la sociedad. 

¿Qué profesionales participan en la rehabilitación? 

En este proceso son muchos los profesionales de la salud que estarán implicados en la evaluación y tratamiento del paciente, este abordaje holístico y transdisciplinario permite establecer un plan con objetivos funcionales de acuerdo a las necesidades de cada persona, con un enfoque en el paciente pero también en el grupo familiar. 

Dentro de estos profesionales se encuentran médicos rehabilitadores, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, logopedas, fisioterapeutas, optometristas, personal auxiliar, entre otros, cada uno de los integrantes brinda una visión única pero integrada para definir ese plan de acción en pos de mejorar la funcionalidad y la calidad de vida de la persona con lesión cerebral y su familia. 

EJEMPLO DEL CASO CLÍNICO. 

En base a nuestro caso planteado en la publicación anterior, del varón de 57 años que sufre ICTUS ISQUÉMICO DE CARÓTIDA DERECHA, se establece una lista de problemas, que son las secuelas funcionales del paciente, y en base a ello estipulamos el plan de rehabilitación. 

En esta publicación vamos a centrarnos en el tratamiento de la hemiplejía espástica izquierda. 

La falta de movilidad de un lado del cuerpo ocasiona problemas para andar, desplazarse y transferirse. 

Como objetivo de la re-educación de la marcha se plantean ciertos puntos a tratar: en primera instancia disminuir esa “rigidez o endurecimiento” de los músculos, que es lo que llamamos espasticidad, para lograr mejores rangos articulares, y así permitir más liberación del movimiento, conjuntamente se trabajan posturas correctas para evitar compensaciones y mayores complicaciones a futuro. 

Es importante tener en cuenta que se deben plantear objetivos y metas alcanzables y una vez logrado, buscar un objetivo mayor; por ejemplo, es necesario lograr un buen posicionamiento y movilidad adecuada, antes de entrenar el patrón de marcha, ya que de esta forma se reducirán las posturas “viciosas” o “nocivas” con compensaciones que a futuro pueden complicar la autonomía de esa persona. 

 

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