diagnóstico de esclerosis múltiple

Síntomas de la esclerosis múltiple

Reconocer los síntomas de la esclerosis múltiple es el primer paso para asumir y abordar el problema. Esta enfermedad crónica del sistema nervioso central, que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen, se caracteriza por la aparición de síntomas que pueden variar en intensidad y duración, lo que hace difícil diagnosticar y tratar.

En Clínica Uner estamos especializados en el tratamiento de enfermedades neurológicas y sabemos de primera mano lo incapacitante que puede llegar a ser esta enfermedad. En este artículo te ofrecemos una guía completa para que entiendas la importancia de detectarla a tiempo.

¿Qué es la esclerosis múltiple?

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al sistema nervioso central. En esta afección, el sistema inmunológico del cuerpo ataca la mielina, que es la capa protectora que recubre las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal. Esta respuesta autoinmune provoca inflamación y daño en la mielina, lo que interrumpe la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo.

El resultado de este proceso es la aparición de lesiones o cicatrices (esclerosis) en diversas áreas del SNC. Estas lesiones pueden ocurrir en cualquier parte del cerebro, médula espinal y nervios ópticos, lo que conduce a una amplia gama de síntomas y afectaciones en las funciones corporales.

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Síntomas de la esclerosis múltiple en mujeres

Los síntomas de la esclerosis múltiple en mujeres (son las que mayor número de casos presentan) pueden variar ampliamente de una persona a otra y dependen de la ubicación y la gravedad de las lesiones en el sistema nervioso central. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Fatiga: una de las quejas más frecuentes entre las personas con EM es la fatiga extrema, que puede interferir significativamente en las actividades diarias.
  • Problemas de movilidad: la debilidad muscular, la rigidez, los espasmos musculares y la falta de coordinación pueden dificultar la marcha y el movimiento.
  • Trastornos sensoriales: sensaciones anormales como entumecimiento, hormigueo, picazón o sensación de quemazón en diversas partes del cuerpo.
  • Problemas visuales: visión borrosa, doble visión, dolor ocular y pérdida parcial o completa de la visión pueden ocurrir debido a la afectación del nervio óptico.
  • Problemas del habla y deglución: dificultad para hablar con claridad, problemas de pronunciación y dificultades para tragar.
  • Problemas cognitivos: alteraciones en la memoria, la concentración, la toma de decisiones y la capacidad de procesar la información.
  • Trastornos del estado de ánimo: depresión, ansiedad, irritabilidad y cambios emocionales.
  • Problemas del tracto urinario y digestivo: Incontinencia urinaria, estreñimiento o dificultades para controlar la vejiga.

Es importante destacar que la EM es una enfermedad impredecible y variable, lo que significa que los síntomas pueden aparecer y desaparecer en episodios llamados brotes o recaídas. Además, la progresión de la enfermedad puede ser diferente para cada persona, desde formas benignas con pocos síntomas hasta formas más graves y discapacitantes.

Diagnóstico de la esclerosis múltiple

El diagnóstico de la esclerosis múltiple suele ser un proceso complejo que implica la evaluación de varios factores, como los síntomas presentados, pruebas clínicas, pruebas de imagen y análisis de líquido cefalorraquídeo.

A continuación, enumeramos los métodos más comunes para diagnosticarla:

  • Historial médico y examen físico: el médico comenzará por recopilar un historial médico detallado del paciente, incluyendo los síntomas experimentados y cualquier antecedente médico relevante. Luego, realizará un examen físico completo para evaluar la función neurológica, la fuerza muscular, los reflejos y la coordinación.
  • Pruebas de imagen: la resonancia magnética, es fundamental para el diagnóstico de la EM. La RM del cerebro y la médula espinal puede revelar lesiones características de la enfermedad, como áreas de inflamación y daño en la mielina. Estas lesiones suelen aparecer como manchas brillantes en las imágenes, conocidas como placas.
  • Potenciales evocados: estas pruebas miden la actividad eléctrica en el cerebro en respuesta a estímulos visuales, auditivos o sensoriales. Los potenciales evocados pueden ayudar a detectar anomalías en la transmisión de señales nerviosas, lo que es característico de la.
  • Análisis del líquido cefalorraquídeo: en algunos casos, se puede realizar una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. El análisis de LCR puede revelar la presencia de proteínas específicas, como las bandas oligoclonales, que pueden indicar una respuesta inmunológica anormal asociada con la EM.
  • Exclusión de otras enfermedades: el diagnóstico de la EM también implica descartar otras enfermedades que puedan causar síntomas similares. Esto puede requerir pruebas adicionales y la consulta con especialistas, como neurólogos y oftalmólogos.

Ante la complejidad del diagnóstico, es fundamental contar con la experiencia y el conocimiento de un equipo médico especializado en enfermedades neurológicas, que pueda realizar una evaluación exhaustiva y precisa para determinar la presencia de la esclerosis múltiple.

Tratamientos disponibles para la esclerosis múltiple

El tratamiento de la esclerosis múltiple se centra en controlar los síntomas, retrasar la progresión y mejorar la calidad de vida. Los Medicamentos modificadores de la enfermedad (MME) son fundamentales, como interferones y acetato de glatirámero, reduciendo recaídas y ralentizando la enfermedad. Los corticosteroides alivian síntomas agudos, como inflamación. Los medicamentos inmunosupresores, como rituximab, se usan en EM más agresivas. Las terapias de infusión, como natalizumab, controlan la respuesta inmunológica.

La rehabilitación es clave, incluyendo terapias físicas y del habla, y programas de ejercicio. Los tratamientos sintomáticos abordan la fatiga, espasticidad y problemas de vejiga. La elección del tratamiento es personalizada, considerando gravedad, respuesta del paciente y condiciones médicas. Un manejo integral mejora la calidad de vida y funcionalidad de los pacientes con EM.

Vivir con esclerosis múltiple

Vivir con esta enfermedad implica enfrentarse a numerosos desafíos diarios, desde los síntomas físicos hasta las incertidumbres sobre el futuro. Los pacientes deben adaptarse a cambios en la movilidad, fatiga, problemas cognitivos y emocionales. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y apoyo médico, muchos pacientes pueden llevar una vida plena y activa. La educación sobre la enfermedad, el cuidado de la salud mental y física, así como el apoyo de familiares y profesionales, son fundamentales. A pesar de los obstáculos, quienes viven con EM demuestran una increíble resiliencia y determinación en su día a día.

Si tú o alguien de tu entorno cercano mostráis los primeros síntomas de esclerosis múltiple y quieres mejorar la calidad de vida, recuerda que en Clínica Uner somos especialistas en terapias para lograr este objetivo.

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