Puntos a los que la especialidad debe prestar atención
Es importante el abordaje transdisciplinar por aquellos profesionales que intervienen en la educación del niño. Dicha programación debe tener en cuenta el análisis de tareas y la reducción de las demandas, de manera que se dividan en actividades que puedan ser alcanzadas por el niño, dándole un sentimiento de realización y éxito en lugar de fracaso y derrota, es decir, se debe hacer hincapié en la motivación.
Por ello se recomienda:
- Plantear objetivos útiles y alcanzables.
- Utilizar materiales facilitadores.
- Establecer ritmos de trabajo adecuados a las posibilidades de cada niño.
- Utilizar estrategias metodológicas adecuadas.
– Qué nos encontramos en una sesión de logopedia con esta patología
Las dificultades de aprendizaje que se dan con mayor frecuencia en niños con hidrocefalia:
- Habilidades Verbales:
- Perseveración: repiten la misma información una y otra vez y se mantienen en el mismo tópico.
- Ecolalia: inmediata cuando repiten lo que dice otra persona en vez de producir una respuesta apropiada, o demorada en el caso de que realicen una producción de forma reiterada tiempo después de recibir el estímulo oral y además utilizándola fuera de contexto.
- Problemas de entendimiento: dificultad para contestar o responder apropiadamente a preguntas estructuradas.
- Capacidad de Organización:
- Dificultades para seguir instrucciones: no integran ni interpretan bien la información que reciben. Tienden a prestar atención a cada detalle en lugar de combinar la información en un todo más significativo. Por ello, tratan de aferrarse a hábitos y rutinas cotidianas para estructurar mejor su día a día.
- Memoria: suelen presentar una gran habilidad para la memorización. Pueden ser capaces de memorizar mucha información, pero les cuesta explicar el significado o contestar las preguntas acerca de lo que han memorizado.
- Habilidades Sociales: están muy relacionadas con lo indicado anteriormente. Por un lado, tienen la dificultad para la compresión del lenguaje complejo, la entonación, ecolalia, la falta de entendimiento del lenguaje facial y corporal.
Algunas de las estrategias que podemos utilizar son:
- Reforzar los mensajes orales con gestos y signos.
- Proporcionarles enseñanza asistida para la señalización, manipulación, escritura… y retirar, progresivamente, la ayuda.
- Comenzar la evaluación con una tarea en la que está asegurado el éxito.
- Plantear las actividades de forma lúdica y motivante.
- Asegurarse de tener la atención del niño/a antes de decirle o mostrarle algo.
- Dividir las actividades en pequeñas tareas o pasos que estén claramente definidos.
- Enseñar estrategias de conversación: comienzos y finales de conversación, cómo y cuándo cambiar el discurso, cuando debe ser formal o informal, el tono de voz…
- Enseñar estrategias para evaluar el lenguaje corporal (expresiones faciales, distancia social correcta…)
Nuestra labor como terapeutas, no sólo es la creación de las condiciones óptimas para que se produzca el aprendizaje, sino que debemos guiarles y orientarles en todo momento para que sean capaces de alcanzar con éxito las tareas propuestas.
– Posibles curiosidades y anécdotas
Es importante tener en cuenta que ante las ecolalias proporcionar una respuesta verbal no es la estrategia más adecuada ya que, aunque pueda parecernos que estamos manteniendo una conversación con el niño lo que está ocurriendo realmente es que se está interfiriendo con los procesos de comprensión del lenguaje y por consiguiente a sus habilidades sociales.
Por otro lado, podemos convertir la ecolalia inmediata en algo funcional dándole al niño la producción que queremos que realice. Es decir, si queremos que un niño que señala una pelota y está llorando haga la producción oral correcta no le diremos “¿quieres la pelota?” porque el repetirá “¿quieres la pelota?” sino que diremos “¡quiero la pelota!” de tal forma que el niño repita “¡quiero la pelota!”.