La cinesiterapia es un área de la fisioterapia que consiste en la reeducación a través del movimiento. Se emplea cuando existen problemas articulares o debilidad muscular, o como complemento de otras áreas de tratamiento. El movimiento puede ser pasivo (realizado por el terapeuta) o activo (realizado por la propia persona).
¿Para qué se emplea la cinesiterapia?
Como hemos indicado antes, se puede utilizar cuando existe un problema articular, ligamentoso o muscular. El movimiento activa diversos sistemas del cuerpo, como el sistema circulatorio o el sistema nervioso, y la activación de estos a través del movimiento desencadena reacciones que influyen en las partes afectadas: aumento de flujo sanguíneo, mejora de la concentración, de las sensaciones o de la fuerza. Con esto se van a estimular reacciones en todo el cuerpo.
Una articulación es la unión anatómica entre dos huesos, con o sin cartílago. Necesita de unas estructuras para dar estabilidad al movimiento, como son ligamentos, capsula o liquido sinovial. Con cinesiterapia se favorece la elasticidad y movilidad de estas estructuras que componen las articulaciones, evitando la rigidez y favoreciendo que el líquido sinovial intraarticular no se densifique, favoreciendo el deslizamiento entre un hueso y otro.
Un musculo es un conjunto de fibras que mediante contracción y relajación van a provocar el movimiento de las articulaciones. Con cinesiterapia ayudamos a que los músculos mantengan su longitud y fuerza, mejorando así el movimiento de un segmento concreto del cuerpo, de un grupo muscular o de todo el cuerpo a la vez.
¿Qué tipos de cinesiterapia hay?
Existen dos formas de poder trabajar la cinesiterapia: de forma pasiva y de forma activa.
La cinesiterapia pasiva es la realizada por el terapeuta sobre el paciente. En este caso el paciente no realiza ningún tipo de movimiento activo y es el terapeuta el que realiza todo el esfuerzo físico de mover los diversos segmentos o grupos musculares. Aunque el movimiento esté realizado por una tercera persona los beneficios que buscamos son similares a los descritos anteriormente: evitar la rigidez, activar el sistema circulatorio, enviar información al sistema nervioso, etc. En este caso los efectos son a corto plazo debido a que se depende siempre de otra persona para que los realice. Este tipo de abordaje se utiliza en personas que tienen una movilidad reducida y que no pueden moverse por sí mismas. Por ejemplo, con los pacientes encamados en hospital.
La cinesiterapia activa es la realizada de forma activa por el paciente sin necesidad de otra persona, aunque si es necesaria la coordinación, control y guía del terapeuta que le va marcando la dinámica de los ejercicios, función y enfoque de cada uno de ellos. En este tipo se buscan otros objetivos: mayor reclutamiento de fibras musculares, aumento de la fuerza, mejora del control motor, aumento de la demanda neuronal, coordinación visoespacial, etc. Este abordaje se utiliza en personas que no necesitan ayuda para moverse y que se encuentran en una fase más avanzada del tratamiento. Por ejemplo, un paciente que necesita recuperarse de un accidente cerebrovascular.
Dentro de la cinesiterapia activa podemos destacar un enfoque en cadena cinética abierta o cerrada. En el primer caso, se entiende cadena cinética abierta cuando el extremo distal de la palanca de movimiento se encuentra libre. Por ejemplo, al chutar una pelota la punta del pie realiza el movimiento de toda la pierna de manera libre sin estar apoyado en el suelo. En el lado opuesto tenemos el enfoque de cadena cinética cerrada, donde el extremo distal de la palanca de movimiento se encuentra bloqueado. Por ejemplo, al realizar sentadillas los pies se encuentran en el suelo sin moverse y sin embargo se realiza flexión y extensión de toda la pierna. Cada enfoque nos va a dar unos beneficios en cuanto a la fuerza o movilidad de los músculos y articulaciones; nos va a servir para readaptar gestos de la vida diaria o deportivos; nos va a ayudar a mejorar el reclutamiento muscular; nos va a ayudar a aumentar la coordinación y el control motor; etc.
Será el fisioterapeuta, observando las necesidades de cada paciente de manera individual, el que decida que enfoque utilizar para maximizar los beneficios que puede obtener el paciente.
AUTORES:
PACO LOZANO MARTÍNEZ
ÚRSULA SÁNCHEZ SÁNCHEZ