Buenas a todos, mi nombre es Vanesa y soy neuropsicóloga en Clínica Uner.
¿Qué te ha llevado a ser neuropsicóloga?
Mi incursión en el mundo de la neuropsicología empezó allá por el 2008, cuando gracias a una optativa en la universidad, descubrí lo que realmente quería hacer dentro de la Psicología. Desde entonces he dirigido toda mi formación en esa dirección, lo que me ha llevado a terminar formando parte de esta gran familia desde 2020, dándome la oportunidad de desarrollar mi profesión.
¿Qué te ha aportado trabajar aquí?
Conocí Clínica Uner a través de unas prácticas y me quedé entusiasmada con el equipo, las instalaciones y el gran trabajo que se realiza día a día.
Aprendo muchísimo de cada paciente, tanto adulto como niño, de los familiares que los acompañan y sobre todo de mis compañeros, que me ayudan a conformar una visión mucho más global del funcionamiento del cerebro y de cómo afectan las lesiones.
Sufrir un daño cerebral supone un gran cambio de vida para el afectado y su entorno. Aparecen millones de limitaciones, además de una gran incertidumbre, que afecta a nivel físico, cognitivo, social y emocional. Por lo que, poder formar parte del proceso de valoración y rehabilitación, lo tomo como una gran responsabilidad que hace que me esfuerce cada día por querer ser mejor profesional para ellos.